domingo, 17 de mayo de 2015

La Fiesta de los Patios de Córdoba o El festín de las flores

   
(Primer Premio de Patios 2015)

   Visitamos Córdoba en su fiesta más internacional; La Fiesta de los Patios. La ciudad luce flamante durante el mes de mayo. Este arte decorativo vegetal, condecorado por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial, es una gran escultura viva a nuestro pasado y costumbres. Sin lugar a duda es la mejor época para visitar esta ciudad, pero también, la más concurrida. Las calles están llenas de turistas, los comercios hacen el agosto y todo vibra de entusiasmo ante la fiesta y el jolgorio al que invitan los patios. Un producto turístico excepcional que une historia, tipismo, música y gastronomía. Los modernos y estilosos jardines verticales que vemos últimamente en las revistas de decoración, en restaurantes y tiendas vintage no son una novedad y Córdoba, es el ejemplo.


(Con una caña y una lata se consigue llegar a las macetas más altas)

   Para disfrutar de Los Patios has de saber que debes conseguir tus pases a través de Internet. Seleccionarás día, ruta y horario (mañana o tarde). También tienes la opción de pedir un pase especial que otorgan en los propios patios que te permite la visita a todos ellos, de cualquiera de los seis itinerarios (aunque esto no me ha quedado del todo claro). En los puntos de información turística obtendrás igualmente pases para introducirte de lleno en esta festividad. Has de saber que la acogida de esta fiesta es masiva y que los fines de semana es el peor momento para acercarte a Córdoba si lo que realmente quieres es ver el mayor número de patios.

(Primer premio de balcones)

   Pero durante estas dos semanas de fiesta floral no sólo hay patios, también encontrarás por la noche, en diversos rincones de la ciudad, un amplio abanico de posibilidades musicales que, se sumarán, a tus expectativas de viaje.

   Te aseguro que si vas un día quedarás muy satisfecho, aunque algo frustrado, porque Córdoba con sus patios y calles engalanadas para la fiesta da para mucho más.

(Presumiendo del pasado árabe)

 (Ellos ponen la música dentro de este patio)

 (El brocal, el pozo y la fuente como elementos de acompañamiento a las flores)

(Pequeños pueblos dentro de la ciudad)

Más fotos, aquí.


sábado, 9 de mayo de 2015

Albarracín o la ciudad bermellón

   (Panorámica de Albarracín)

El desarrollo del turismo rural ha hecho que ciudades y pueblos, que permanecían en un segundo plano, resplandezcan y compitan con algunas capitales de provincia. Ya estamos acostumbrados a ver en periódicos titulares como: "Los diez pueblos más bonitos de España", " Las joyas de tal o cual comunidad autónoma", "Veinte sitios que no conocías de..." En casi todas esas listas siempre está Albarracín. ¿Por qué?

   Pongámonos poéticos... La ciudad bermellón de Albarracín te espera paciente, agazapada en la roca y bien alto como un gato dispuesto a lanzarse sobre su presa. El turista anestesiado por las curvas de la CM_2105 que recorre la bella Serranía de Cuenca, aun en el coche, no intuye lo que le espera cuando consigue alzar la vista una vez fuera del vehículo. Acongojado ante el telón rojizo que imprimen las casas de la ciudad, hipnotizado, comienza su ascenso por el onírico trazado de sus calles de pasado árabe. 

   Albarracín es un plató de cine. Perfectamente podría ser una ciudad de Juego de Tronos. Cada casa, calle, escalera, ventana, verja, celosía,... Está mimada al detalle. Todos los elementos de la arquitectura mantienen un continuo diálogo, siendo el yeso rojo de Albarracín el denominador común.

   Esta ciudad, no está esperando tu visita, te grita y te ordena que te presentes ante ella porque, joyas como estas, hay pocas. Os dejo un buen número de ejemplos de lo que esconde Albarracín.











RECOMENDACIONES:

- No te pierdas el pan chafado o redondo, puro vicio.

viernes, 8 de mayo de 2015

Teruel, existe o Marketing de amor y ladrillo


(Plaza del Torico)

   Llegamos a Teruel con escepticismo. No es la mejor forma de comenzar una visita pero lo cierto es que... ¿Teruel, existe? Pues sí, allí está, sí, por ahí, más o menos, en Aragón. Es una ciudad pequeña, moderna y con unos amantes muy famosos y presume, y mucho, de que su arquitectura mudéjar es distinta al resto de las que se realizaron en otros lugares de España. La arquitectura mudéjar, ese arte cristiano inspirado en el arte musulmán, y, en este caso, la aragonesa, fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1986 por presentar unas características diferentes al resto.
   Lo cierto es que algo distinta sí que es, pues nada tiene que ver, por ejemplo, con el Palacio de Pedro I en el Real Alcázar de Sevilla. Resulta peculiar el uso de la cerámica vidriada, los juegos decorativos a la hora de configurar el ladrillo, pero... Sinceramente, terminé mi visita con la sensación de que vistas una, vistas todas.

(Torre San Martín)

(Torre  de San Pedro)

   Pero, Teruel, guarda una joya y se encuentra en su Catedral dedicada a Santa María de Mediavilla. De porte mudéjar en su exterior, presume de un cimborrio espectacular que corona el edificio. Una vez dentro encontrarás el gran tesoro de esta ciudad. A mi entender, lo más deslumbrante de la ciudad, la techumbre mudéjar del siglo XIII cubierta totalmente en madera policromada con elementos vegetales, decoración figurada y geométrica (lo siento, no está permitido hacer fotos). La techumbre reproduce escenas cotidianas y elementos de la época, una auténtica capilla sixtina mudéjar de usos y costumbres de la época a todo color. Un libro de proporciones gigantescas que no te defraudará.

(Catedral de Teruel)

   
   Cuando la industria turística pone su maquinaria a punto, genera marcas y señas de identidad que repite y repite hasta la saciedad y hace grandioso lo pequeño, convence al más incrédulo, es el caso de los amantes de Teruel (@marca registrada). El paquete turístico engloba Mausoleo + Iglesia + Torre de San Pedro + Cimborrio + Claustro. A partir de aquí tienes varias opciones en las que puedes ir restando elementos a tu visita. Todo el conjunto te sale por 9 euros pax. Lo siento, los amantes no me convencieron, la leyenda es curiosa, la historia de las momias, llama la atención, pero me resulta excesiva la puesta en escena y me sentí algo engallado. No obstante, las pinturas de la iglesia son curiosas y los sarcófagos de los amantes inspiradores pero el museo que se ha generado y la visita turística que rodea al conjunto están muy por debajo de las expectativas que el mismo Teruel ha generado.

(Estatua de los Amantes de Teruel, al fondo, la Torre de San Pedro)

 (Cúpula de la Iglesia de San Pedro)

 (Ábside de la iglesia de San Pedro)

(Sarcófago de los Amantes)

   Nos despedimos de la ciudad con la intención puesta en otro de sus grandes emblemas, Albarracín. Esperamos que esta vez, Teruel, nos convenza.
   

jueves, 7 de mayo de 2015

PARTE III: En un lugar de la Mancha o Donde fueres haz lo que vieres

   Sentarse a la mesa ante una gastronomía desconocida es todo un placer. Tenemos tanto que aprender los unos de los otros. Pasar de una comunidad a otra te abre las papilas gustativas con sensaciones tan desconocidas que no dejo de asombrarme ante la grandeza que se esconde detrás de un nuevo sabor, una textura diferente o un producto, que simplemente, nunca pensarías en comer. Bienvenidos a la cocina manchega; de la historia a tu mesa, podríamos concretar.

   Sentados en el restaurante del Hostal  los Claveles en Priego, Cuenca, y tras esperar a que quedase una mesa libre (empezamos bien, buena señal) nos topamos con una carta hogareña, llena de platos tradicionales. Elegir el morteruelo era obvio, aún no lo habíamos probado y no podemos obviar que es el guiso que la zona lleva por bandera. Esta contundente pasta resulta de pasar por mortero (de ahí su nombre)  hígado de cerdo y otras carnes de caza como el conejo, la perdiz o la gallina, todo ello aderezado con especias y con pan rallado como elemento aglutinador. Emprendimos la conquista de este plato levantando contundentes muestras de morteruelo sobre generosos trozos de pan, así nos indicaron los lugareños, y nosotros, no somos de faltar. La fuerza del plato no tiene rival y de una sentada sabes que tu estómago estará bien abrigado durante las próximas horas.

(Morteruelo)

   El otro plato distintivo de la zona que pudimos degustar se llama zarajos. Antes de tomarnos nota y mientras estudiábamos la carta, nos llamó la atención esta palabra: zarajos. Hoy en día no le damos oportunidad a preguntar al camarero. Wikipedia a su servicio... Buscar... Zarajos... "Los zarajos se consideran un aperitivo (o incluso tapa) muy típico y tradicional de Cuenca (España) preparado a base de intestinos..." Vale, vale, vale,... Corto y cambio. Fue nuestra reacción. Pero qué casualidad que el camarero pasó en ese mismo momento, junto a nosotros, con un plato que nos llamó la atención.

    - ¿Disculpe? - Turistas totales - ¿Eso qué es?
    - Zarajos, tienen que probarlos es la especialidad de la casa.

   Y aquí la cámara hace un zoom directo a nuestra cara para que pueda apreciarse el crack revelador que se ha producido en nuestro intelecto y la derrota que nuestra vista ha propiciado contra nuestros prejuicios.

(Zarajos)
                         
   Así que volvemos al Wikipedia y seguimos leyendo... "...intestinos de cordero lechal marinados que después se enrollan en un sarmiento y se fríen en aceite de oliva o se asan en un horno, o a la plancha, hasta que quedan dorados.1 Debido a su aspecto y sabor se les considera un alimento de gusto adquirido.

    Y la verdad es que nos convenció bastante por lo que no sólo cumplimos con nuestro deber como turistas, sino que además, en aquellas mesa, nos mutó algún gen, con eso del gusto adquirido al que se refería Wikipedia, y nos sentimos, con placer, un poquito conquenses. 

miércoles, 6 de mayo de 2015

PARTE III: En un lugar de la Mancha o El pueblo del mimbre

(Panorámica de Priego)

   Comer en la Mancha es un placer, y puestos a elegir un sitio donde conocer parte de la extensa cocina tradicional de la comunidad, decidimos parar en un pueblo de la Alcarria, Priego.

   Con 1200 habitantes, esta pequeña localidad del norte de Cuenca se encuentra rodeada por ligeras elevaciones y pequeños valles donde, además de la apicultura, se desarrolla el cultivo del mimbre. Bastas extensiones de la zona se adornan de estas espectaculares piras de mimbre que esperan pacientes a las expertas manos de los artesanos, que en la actualidad, ven más mermada su faena ante el poderoso sureste asiático. Existe una ruta del mimbre, muy bien señalizada, que recorre los pueblos de la comarca que centran gran parte de su economía en esta planta y su manufactura. La alfarería también es uno de sus productos estrella pero, te advierto que, es un pueblo pequeño y que en los días festivos casi todo está cerrado.
  
(Piras de mimbre)

   Priego presume de un pasado ilustre, con condes incluidos, los Carrillo-Mendoza. Paseando por sus calles encontrarás algunas casas con importantes blasones en sus fachadas, algunos nos hablan del paso de la Inquisición, otros, del poderío de algunas familias que se afincaron en la zona al calor que emanaban sus condes. La Plaza de los Condes de Priego es el centro neurálgico de la visita, allí está el Ayuntamiento (Palacio de los Condes) donde se encuentra la Oficina de Turismo (cerrada si es festivo). Rodean al pueblo algunos monasterios que nos recuerdan la pasada nobleza de la zona, hoy, un tanto castigada, como demuestran las ruinas del convento de Nuestra Señora del Rosal. Para saber más de Priego, pincha aquí.

 
 (Plaza Condes de Priego)

(Convento de Nuestra Señora del Rosal)

martes, 5 de mayo de 2015

PARTE III: En un lugar de la Mancha o Un bocado a la Alcarria

   La Alcarria es una zona que se extiende por el sur de Guadalajara, norte de Cuenca y este de Madrid. Con una geografía variopinta destacan sus profundos valles preñados de plantas aromáticas que hacen posible el desarrollo de la apicultura. Encontramos por toda la provincia de Cuenca muchas tiendas en las que podemos comprar miel de brezo, romero, tomillo, eucalipto,...  Y ya que estamos hablando de miel os recomiendo que probéis el dulce típico de Cuenca: el alajú. 


   
   Este postre de obvia herencia árabe es primo hermano del alfajor ya que comparten muchos ingredientes, aunque, este último, es más elaborado, su primo, el alajú, del que os hablo, es una torta exquisita hecha de miel, harina tostada y almendras que se cubre con dos obleas, a modo de turrón. El dulce no es una masa dura y si lo es os están dando un mal producto. Nosotros probamos varios ya que durante nuestra estancia nos volvimos adictos a este manjar, pero, ojo, no todos eran iguales. Os recomiendo los de la marca Chapela que además los puedes encontrar sin las cajas turísticas con la fotografía de las Casas Colgadas, y así, te ahorras algunos céntimos.

lunes, 4 de mayo de 2015

PARTE III: En un lugar de la Mancha o Colgados por Cuenca

  
(Vista de Cuenca desde la hoz del Júcar)

  Para comenzar tu viaje a Cuenca lo primero que debes saber es que allí no están las Casas Colgantes sino las Colgadas y que está un poquito más lejos de lo que piensas cuando buscas tu ruta por google maps. Cuando has interiorizado ambas premisas, estás preparado o preparada para comenzar tu ruta.



   Cuenca es un lugar perfecto para una escapada romántica. Si te gustan las ciudades pequeñas en las que perderte por callejones con intrincadas escaleras, ésta, es tu ciudad. La gente es especialmente amable y gozan de un excelente sentido del humor; este último, supongo, forjado por los "caprichosos" acontecimientos que ha vivido la ciudad.



   La ciudad de las Casas Colgadas fue árabe en sus inicios y la urdimbre de sus calles así lo atestiguan. Acercarse al casco antiguo de Cuenca es escalar por la cresta de roca que los ríos Júcar y Huécar han dejado a su paso. Las casas se han ido encaramando a la piedra con el paso de los años buscando el escaso espacio que el risco ha dejado e inventando un sistema de construcción, arquitectura volada, que dota a esta ciudad de su actual perfil.

   En Cuenca te espera una catedral inacabada, algunos museos a los que asomarte, las Casas Colgadas (otro museo), un puente de hierro cuya mayor pretensión es facilitarte una buena foto, un Parador y un par de iglesias.  Se que dicho así no parece una visita muy motivadora pero, lo cierto, es que Cuenca tiene sobretodo otras cosas.

(Catedral: tras tirar la fachada barroca con la intención de crear una neogótica la falta de dinero dejo a la catedral de Cuenca sin torres y sin estatuas).


(Casas Colgadas: la impresionante balconada que las caracteriza es de principios del siglo XIX, acogen un museo de arte moderno).


   Si visitas la ciudad no puedes perderte los barrios de San Martín y San Miguel. Pasear por sus calles será tu mejor decisión y aprenderás mucho sobre la forma en la que esta ciudad ha ido creciendo. Los rascacielos de San Martín son una auténtica proeza arquitectónica. Las primeras casas que se construyeron quedaban adosadas a la roca por medio de una estructura de vigas dejando gran parte del suelo del hogar al aire. Posteriormente, y a medida que la ciudad iba creciendo, nuevas casas comenzaron a construirse a los pies del adarve hasta llegar a conectar con el suelo de las casas voladas que ya existían. Es así como Cuenca puede presumir de poseer los primeros rascacielos realizados sin hormigón. De echo, si la parte inferior de lo que vemos hoy se derrumbara aún quedaría la parte superior en pie ( o mejor dicho, colgando) sin inmutarse. El barrio de San Miguel tiene unas formidables vistas de las hoz del Júcar y unos vomitorios por los que asomarte a sus pendientes. En este lugar se encuentran algunos pubs muy recomendables donde podrás disfrutar de la contundente Tormo, la cerveza conquense. 

 (Barrio de San Miguel)


(Barrio de San Martín: aquí podéis ver la forma en la que se ha generado esta arquitectura. Por un lado las casas voladas y en el centro el rascacielos fruto de la unión de una casa volada con otra que arranca del suelo).


      Si seguimos ascendiendo por la ciudad, por la calle del Trabuco, dejando atrás la Catedral, llegaremos hasta la zona más alta donde permanece un testigo en forma de muralla del castillo de la ciudad y un nutrido grupo de restaurantes preparados para recibir las visitas del turista.



RECOMENDACIONES:

- Ni se te ocurra buscar aparcamiento por tu cuenta acabarás metido en un jaleo donde piedras, curvas, cuestas y callejones sin salida pueden hacer de tu viaje un horror. Sigue las indicaciones de los parkings indicados por la señalización. El mejor y más grande se encuentra en la parte más alta, en el barrio del castillo. Parking gratuito.

- Disfruta de la noche de Cuenca, la iluminación, los bares y restaurantes de la ciudad son muy acogedores.

- Una buena forma de tener un primer contacto con la ciudad es a través de las visitas guiadas que ofrecen las empresas de turismo de la ciudad. Por el módico precio de cinco euros pasarás dos horas muy entretenidas conociendo la historia de Cuenca y sus principales monumentos.

- No puedes dejar Cuenca sin probar su dulce más típico el alajú.

- Prepara tu cartera para poner en tu despensa algo de vino de la tierra y ajo negro.

- Haz un espacio en tu estómago para probar el morteruelo y los zarajos y después tómate un chupito de resolí.