martes, 3 de mayo de 2016

Alcalá de Henares o La primera ciudad universitaria del mundo

Museo Casa-Natal de Cervantes

   Para celebrar el IV centenario de la muerte de Cervantes nos trasladamos hasta la villa que lo vio nacer, Alcalá de Henares. Os animamos a asistir a este estratégico enclave de la cultura y la historia Patrimonio de la Humanidad desde 1998. La ciudad madrileña tiene preparado un sinfín de actividades para conmemorar el centenario de su complutense alcalaíno más internacional. A treinta minutos en coche de la capital y a poco más en tren, Alcalá de Henares luce flamante en esta época del año. Te espera un completo día admirando las bondades de un señorío con muchos siglos de historia. Romana, universitaria, noble y turística, la ciudad es una escapada perfecta para encontrar mucho, muchísimo, en poco espacio.

Interior Museo Arqueológico Regional

   Complutum (Alcalá de Henares) fue fundada en el siglo I d. C. La ciudad comenzó desde muy temprano a parir personajes ilustres, siendo los Santos Niños Justo y Pastor, patronos de la ciudad, los primeros en aportar fama a la ciudad en el siglo IV. Aunque para ello tuvieran que morir martirizados. Las ruinas de aquella ciudad se encuentran al inicio de la villa y pueden visitarse. No ofrece grandes perfiles pero las excavaciones generaron importantes hallazgos que puedes encontrar en el Museo Arqueológico Regional de entrada obligatoria y gratuita.

Capilla de San Ildefonso

   Tras caer en manos árabes y ser reconquistada en 1118 por el arzobispo toledano Bernardo de Sedirac,  no será hasta 1499 cuando el Cardenal Cisneros la infunda del boato y el brillo que aún atesora con la creación de la Universidad.

Puerta de Madrid y muralla de Alcalá de Henares

Torre de la Catedral y cripta de los Santos Niños

   Es fin de semana. Nace una mañana limpia, de viento fresco. Dejamos el coche junto a las murallas medievales de la ciudad. La luz brinca entre las piedras y el ladrillo que conforman la estructura. Entramos a la ciudad por la Puerta de Madrid edificada en 1788. Es muy sencilla, de factura neoclásica recordándonos el pasado latino de la urbe. Todo está impoluto. Es temprano y tan sólo nos cruzamos con algunos lugareños. Casi no hay coches. El centro histórico parece dormitar, ajeno a la realidad que le espera cuando alce el sol. Paseando por la calle Cardenal Cisneros encontramos casas de dos plantas, modestas, sobrias, sin apenas artificios, tan sólo algunas terminaciones con ladrillo o un rudimentario trampantojo de piedra. Al final de la calle se abre una gran plaza que alberga la oficina de turismo y la Catedral Magistral de los Santos Justo y Pastor. Desde el siglo V este lugar recuerda el martirio de los dos niños que no renunciaron a su fe. Actualmente, en la cripta se encuentran sus restos con la piedra, en la que se supone, se les cortó la cabeza. La catedral es austera pero es un punto interesante de peregrinación para los fans de Cisneros, pues aquí reposan sus restos.

Palacio Arzobispal

   Hacia la izquierda de la Catedral llegamos al Palacio Arzobispal con una elegante fachada renacentista. El edificio dista mucho de la grandiosa obra que los arzobispos de Toledo erigieron en este lugar. Un trágico incendio en 1939 destruyó dos tercios de su estructura. El Torreón de Tenorio del siglo XIV nos brinda el recuerdo de un lugar fortificado que ha pasado a la historia. Pero lo que no se ha perdido en el tiempo son las numerosas citas que se dieron lugar en este Palacio. Aquí mantuvieron su primer encuentro los Reyes Católicos con Colón y nacieron insignes de la talla de Catalina de Aragón o  Fernando I de Habsburgo.

Plaza de las Bernardas

   Junto al Palacio Arzobispal se abre uno de las plazas más presumidas de la ciudad. Recoleta, bellamente ornamentada con árboles y parterres, la plaza de las Bernardas invita a descansar sobre alguno de sus bancos disfrutando de los rayos de sol. Rodean la plaza algunos conventos que la dotan de un porte monumental inigualable. Aquí, también se encuentra el Museo Arqueológico Regional. Actualmente, junto a su colección permanente, el museo acoge una exposición sobre los Escipiones en donde podrás descubrir la relevancia que España tuvo durante el siglo III a. C. a través de este familia romana que tanto tuvo que ver en la romanización de la Península. 

Calle Mayor

   Volvamos nuestros pasos hacia la plaza de la Catedral para afrontar una nueva etapa en nuestra visita. Nos acercamos ahora al top 10 de la ciudad. Ha pasado una hora y media desde nuestra llegada y la ciudad ha sufrido una profunda transformación. En la plaza se afanan en crear un improvisado escenario para una representación teatral que tendrá lugar por la tarde. La calle, ahora sí, está abarrotada de turistas, en especial la calle Mayor. Ésta formidable vía porticada es la columna vertebral del casco histórico. En ella se arremolinan los restaurantes, pastelerías y tiendas de recuerdos. Paseamos atónitos, columna tras columna, entre el bullicio, al espectáculo arquitectónico de esta calle que sin grandes ornamentaciones consigue crear el espejismo de interminable. Por el camino chocamos con la cola de turistas que quieren hacerse la foto con los hijos de Cervantes (Sancho y Quijote) frente a su Museo Casa-Natal.

Plaza de Cervantes

   Al final de la calle Mayor despunta la plaza más monumental de la ciudad, la de Cervantes. De forma alargada, luminosa, con jardines mimados con esmero, árboles despuntando hacia la primavera y cúpulas y torres enmarcando el perfil es una de las imágenes más robadas por los turistas. Con la estatua de Cervantes en el centro, el Corral de Comedias a un lado, la Universidad y la capilla de San Ildefonso al otro y en frente la Torre de Santa María, podemos decir, que ahora sí, nos encontramos en el epicentro de Alcalá de Henares. En la plaza hay quioscos, música, al fondo, frente a la sede de Los Universos de Cerventas, unos bailarines se preparan para acometer su espectáculo de danza en la calle. Es una plaza llena de energía, a rebosar de personas que buscan conseguir la mejor instantánea.

 
Fachada principal de la Universidad

   Dejamos lo mejor para el final. Por fin llegamos al recinto de la Universidad. Tenemos que hacer una cola insufrible. Las visitas son guiadas. Una por hora y se consigue el tique dentro del edificio principal de la Univerdad. La más completa combina Universidad, Capilla y Palacio Laredo, este último más alejado del centro. Una joya neogótico-mudejar que desgraciadamente no tuvimos tiempo para visitar pero que, si gozas de tiempo, no deberías perderte. El Colegio Mayor de San Ildefonso es el centro de la obra de Cisneros. Aquí se construye el ideario cultural de una época que pretendía criar a superhombres versados en letras y ciencias. Un entramado de colegios mayores y menores arremolinados entorno a patios por los que deambularon personajes tan familiares para nosotros como: Calderón de la Barca, Quevedo, Jovellanos, Juan de Ávila, Lope de Vega, San Juan de la Cruz y Tirso de Molina entre muchos otros. Un sueño construido sobre el modesto ladrillo que con el tiempo se fue tornando en piedra dejando estampas tan elegantes como la de la fachada principal que recoge gran parte de los símbolos sobre los que se erige la política de vida que exigía la institución.

Patio de Santo Tomás de Villanueva

   La ciudad creció amparada por el poder religioso y formativo que durante siglos sostuvo a Alcalá de Henares como pieza indiscutible de virtudes y mecenazgo. No sería hasta principios del siglo XIX cuando la ciudad cayese en desgracia, cuando el entramado universitario se traslada a Madrid. Cambios que unidos a las desamortizaciones abocaron a la ciudad al olvido. En letargo, la villa anduvo desolada, añorando el recuerdo de los estudiantes que circundaban sus calles y comercios. Los edificios universitarios se convirtieron en graneros, almacenes rudimentarios que poco a poco se venían abajo. Hasta que en 1891, los habitantes de Alcalá de Henares crearon la primera sociedad privada de España, para comprar los edificios universitarios, acuciados por el trágico fin al que veían avocados sus muros. Un acto espectacular de movimiento ciudadano, tan de actualidad, que no se nos ocurre mejor forma de terminar esta entrada que agradeciendo a todas esas buenas gentes que tenían muy claras sus ideas y que supieron restablecer con sus propios recursos la grandeza de su villa. Una ciudad que ha recuperado su universalidad, que se enorgullece de ser una de las cinco universidades Patrimonio de la Humanidad, ejemplo de ciudad universitaria mundial, casa de las letras con mayúsculas, pues es en su Paraninfo donde se entrega el Premio Cervantes de Literatura. Un sueño hecho realidad y que llama a la esperanza ante la desolada España de ideas y razón con la que hoy nos topamos. ¡Cuántas frases nos dejó Cervantes para el recuerdo! ¡Y qué acertadas todas ellas! A tenor del final agridulce de esta entrada, nos quedamos con una de ellas que viene muy al caso y nos llama a la acción...

 "El agradecimiento que sólo consiste en el deseo es cosa muerta, como es muerta la fe sin obras"                                                                                                                                                       Cervantes

RECOMENDACIONES:

- Visita primero la Universidad. Cuando tengas tu entrada y el horario, organiza tu visita al resto de monumentos.
- Durante el fin de semana la ciudad es un hervidero de turistas. Si puedes, haz tu visita entre semana.
- En Alcalá de Henares son muy listos y hay lugares que sólo abren por la tarde. Con ello consiguen que el visitante, al menos, si quiere verlo todo, deba quedarse a comer.
- Reserva si puedes o come pronto. Si hay mucha gente y esta todo lleno la mayoría de los restaurantes no hacen dobles turnos. Puede que te cueste encontrar un buen lugar donde comer. A las 16:00 cierran cocina. Haya la gente que haya por la ciudad.