martes, 26 de agosto de 2014

PARTE 1: CAPITULO VI o Parada y Fontán

 Vista exterior del mercado


   Visitar Oviedo es buscar nuestra identidad, despejar entre las piedras del prerrománico lo que queda de nosotros y lo que está por venir. En Oviedo desembocan desde el norte en forma de “Y” todo lo bueno que la mar recoge por Avilés y Guijón y por el sur, este y oeste se deja envolver por un inmenso pulmón verde que completa una alacena envidiable para gran parte de los mortales. 

Una de las viviendas que conforman la plaza

   La plaza del Fontán, forjada en el siglo XVIII, se convierte en una inmensa abacería de productos de primera calidad y lugares donde degustar sus apetecibles viandas. Por ello te insto a que despejes parte de tu día para pasear por su modesto mercado, que aún no se ha apuntado a la moda gourmet, y que disfrutes del día con los puestos de ropa y flores que rellenan las zonas colindantes a la plaza. Al final, ahora sí, entra en la plaza y selecciona uno de sus bares, nosotros comimos en Casa Ramón toda una eminencia ligada a la plaza y degustamos unos platos riquísimos con una calidad-precio recomendable. Aquí el tiempo se detendrá y no es sólo porque el sitio lo fomente sino porque tardarán en servirte pero, querido comensal, aproveche para pedirse otra copa de vino u otra sidriña. Eso sí, para el postre acércate a la pastelería que hay en una de las salidas de la plaza porque allí encontrarás los mejores carbayones (dulce de hojaldre y almendra con glaseado) que vas a probar en toda Asturias, te lo aseguro.

Pastelería en la plaza del Fontán (carbayones, casadielles, frixuelos y mucho más)

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