viernes, 27 de febrero de 2015

PARTE III: El Baúl III o El fin de la coartada

 

   La gran caja de madera costrosa y polvorienta, desvalijada de momentos y preñada de óxido ha dado lugar a otra cosa. Esta otra cosa ya no huele a humedad sino a madera pulida y a pegamento fresco. Está surcada por listones nuevos que enmarcan sus nuevas caras y que muestran otros deseos. Por aquí y por allá algunos embellecedores se prestan para simular algunas pifias sin saber si éstos intentan, realmente, esconder el error por vergüenza o arropar la ingenuidad con decoro. Sea como fuere, nuevos remaches uniformados de antiguo disuaden a lo poco que que
da de rebelde. El papel, personalísimo, intuye lugares y muestra momentos. Pero es displicente y se jacta con algunos juegos que nos hacen enrojecer. Como castigo ha de compartir protagonismo con la altanera polipiel que conspira para esconder la apertura de la tapa.

   El baúl ya esta listo. O quizás siempre lo estuvo. Aunque puede ser, que nunca lo llegue a estar.


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