sábado, 29 de agosto de 2015

El Señorío de Astobiza o Un txakolí que enamora

 
(Bodega Señorío de Astobiza)

   Una buena mesa vasca se acompaña de caldos autóctonos como el txakolí. Para nada queríamos dejar Euskadi sin saber un poco más de un caldo que desde el primer día nos fue acompañando en todos nuestros momentos gastronómicos. El txakolí que ahora se urde bajo una madeja comercial tuvo su comienzo ligado a la elaboración casera. Dentro de cada pequeño hogar. Para consumo propio. Obviamente, ni el sabor, ni el cuerpo de antaño es el de ahora. Este vino joven está sacado de la uva verde que le ofrece esa acidez que lo caracteriza. Un fondo muy afrutado que nos recuerda su procedencia. Se sirve bien frío y, según su origen, suelen escanciarse o no. Hay tres D.O.: Getaria, la primera, y las de Vizcaya y Álava. En uno de los restaurantes, recomendado en otra publicación, Sagartoki, probamos un txakolí que nos llamó gratamente la atención por su equilibrio. Quisimos saber más de el y tras conocer su procedencia no tardamos en citarnos con el Señorío de Astobiza

   Nos trasladamos hasta Okondo (Álava) en un fantástico día de verano. Ya casi a las puertas de Vizcaya, entrando en el pueblo, giramos por la pequeña carretera que nos lleva hasta la elegante bodega. El edificio tiene un indiscutible aire moderno pero las líneas de su tejado y la roca nos hablan de tradición. Ion, nuestro guía, nos espera para enseñarnos los entresijos de esta variedad de blanco. Disfrutamos de un soleado día entre frondosas parras arreboladas de verde y pudimos entender los vericuetos que conllevan su cuidado. La forma en "t" de la cepa, la peculiaridad del racimo, la temperatura y el momento de su recolección fueron algunas de las incógnitas que pudimos desvelar.

   Ya en la bodega, Ion , nos ofreció la posibilidad de entender, paso a paso, los procesos por los que pasa la uva hasta llegar a la botella. Terminamos la visita con una cata de este txakolí limpio y chispeante desde un inmenso ventanal desde el que se atisba toda la plantación de vides organizadas como una planta fotovoltaica. El gran salón elevado en el que nos encontrábamos, diáfano, entre la zona de embotellado y con vistas a la montaña, resumía a la perfección el sentir de esta joven empresa que desde 2008 lleva aportando su buen hacer a un vino que es emblema de un pueblo. Os animo a incluir esta visita en vuestro viaje.

(Un paseo por las cepas de Astobiza)

RECOMENDACIONES:

- En su web encontrarás toda la información para concertar una visita a la Bodega: http://www.senoriodeastobiza.com/
- Si viajas a Bilbao está a tan sólo quince minutos en coche. 


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