Panorámica desde la Fortaleza de Salzburgo
La ciudad de la sal o Salzburgo es un suspiro en el tiempo entretenido por montañas nevadas y un valle quebrado por el verde que inspira el río Salzach. El centro histórico de la ciudad queda enmarcado por dos promontorios: el Kapuzinerberg y el Möchsberg. La ciudad vieja se cobija bajo las sombras de estas montañas y despunta en un sin fin de campanarios y cúpulas bulbosas. A pesar de ser la cuarta ciudad más poblada de Austria se puede respirar del tradicional aire campestre y la anecdótica sensación de lo provinciano entre sus calles. Aunque muy limada por el turismo y las grandes firmas de moda que se extienden por sus numerosísimas tiendas, Salzburgo sigue respirando de su pasado medieval con la fortaleza de Holhensalzburg como principal icono de la ciudad. Desde lo más alto del Mönchsberg, el castillo de la fortaleza reluce con un desvencijado fulgor blanco acaparando la atención de todos los viandantes. Un recuerdo de la potencia económica de la ciudad ligada al mercadeo de la sal que desde el siglo VIII se transportaba en barcazas a través de las aguas del Salzach.
Galería comercial en Salzburgo
Salzburgo es conocida por dar a luz a Mozart en 1756 y por ser el escenario de Sonrisas y Lágrimas, y aunque el turismo busque estas dos referencias, la ciudad es mucho más y merece la pena perderse entre sus calles para respirar el aire refinado que se esconde entre sus teatros y cafés. Nos gustaría que te olvidases de los museos y disfrutases de las experiencias que ofrece esta ciudad a pie de calle. Comenzamos el paseo.
Panorámica de Salzburgo desde Kapuzinerberg
Desde la parte norte de la ciudad, bajando por Linzer Gasse te animo a subir al Kapuzinerberg para disfrutar de las vistas más espectaculares de la ciudad. Entre bosques y con el imponente monasterio de capuchinos vigilante encontrarás un lugar apacible en el que solazarte.
Jardines y Palacio de Mirabell
Dejando atrás la primera de las montañas que protegen la ciudad nos acercamos al río para disfrutar de los jardines del Palacio Mirabell donde reconoceremos los primeros escenarios de la familia Von Trapp. Unos coquetos jardines que presumen de bonitos frente al palacio barroco que el príncipe-arzobispo Wolf Dietrich mandó construir en 1606 para una de sus amantes. - Así cualquiera se enamora ¿Verdad? Lo más espectacular del palacio es el Salón del Mármol que podrás visitar durante algún concierto.
Tarta Sacher
Paralelos al río por Schwarzstrase pasearás por la avenida cultural de la ciudad. En ella se encuentran los teatros más considerados: Mozarteum, Marionettentheater y el Landestheater, así como la segunda residencia de la familia de Mozart. Un estupenda idea sería disfrutar de un espectáculo en alguno de estos recintos para luego pasar al Hotel Sacher y degustar sus famosas tartas. ¿Dónde si no? Fue en esta ciudad donde un ayudante de cocina, de nombre Franz Sacher, inventó esta famosa tarta para agradar al príncipe Klemens allá por 1832.
Getreidegasse con sus elaborados letreros como principal reclamo visual (los anuncios de neón de la Edad Media)
Cementerio de San Pedro
Cruzando el río Salzach nos adentramos en la parte más colorista de la ciudad: iglesias, tiendas comerciales, cafés y restaurantes de todo tipo se exponen ante las hordas de turistas bajo la atenta mirada de la fortaleza. Hay muchos rincones de esta ciudad que merecen ser visitados, aunque la auténtica belleza está en los recovecos que originan las galerías comerciales de Getreidegasse, el abrumador y colorista cementerio de San Pedro y el llamado DomQuartier que alberga los principales monumentos y museos de la ciudad: la Catedral y el palacio barroco Residenz.
Residenz
Catedral desde el funicular
Vistas de la Fortaleza desde la ciudad
Subir hasta la fortaleza a través del funicular es la visita obligada de la ciudad. El espectacular recinto amurallado merece el coste de su entrada. Pasarás una mañana saciado del embate medieval que supone este monumento de más de 900 años. Ayudado por la audioguía gozarás de una experiencia profunda de la historia de la ciudad a través de su monumento más memorable. El Salón Dorado es, por derecho, el lugar más espectacular del edificio. Tampoco puedes perderte las vistas de la ciudad desde sus torres e indagar entre los museos que guardan sus paredes como el museo del títere.
Panorámica del patio principal de la Fortaleza
De vuelta a la ciudad, continua tu paseo por las callejuelas atestadas de turistas y no dejes de mirar a uno y otro lado para enamorarte de cada detalle; desde los laboriosos letreros de hierro forjado de los comercios hasta la multitud de iglesias barrocas que crecen de manera profusa por la ciudad. Pero venir a Salzburgo es encontrarte con la gastronomía y hay una serie de estaciones, para nada penitenciales, que has de completar si quieres llevarte el "Salzburgporte" del buen turista. Atento, atenta, a las siguientes imágenes.
(De izquierda a derecha) La mejor y más variada tienda de queso austriaco en Kaslöchl.
El café y pastelería Fürst para probar las únicas bolas de Mozart originales de toda Austria.
En el Café Mozart disfruta de este goloso dulce para llevar que tanto le gustaba comer al compositor.
La mejor panadería tradicional de la ciudad con más de 700 años de historia junto a una espectacular noria. Stiftsbäckerei St Peter
El mejor strudel de manzana en el Café Tomaselli
Llévate un bonito adorno navideño hecho a mano en cualquier época del año. Hay muchas tiendas de artesanía que nos recuerdan la relación de la ciudad con uno de los más espectaculares mercados navideños del mundo. Candela es una de las tiendas más prometedoras.
Restaurante Bärenwirt
Sería injusto terminar esta entrada sin aconsejarte un lugar donde saciar, si aún no o has hecho, tu hambre más voraz. Te recomiendo uno de los restaurantes con más solera de la ciudad, el Bärenwirt. Es un acogedor restaurante del siglo XVII en el que podrás encontrar la auténtica comida austriaca. Asados, knödel, trucha y el auténtico soufflé sazburgués. Un lugar encantador, con una atención cuidada al calor de las típicas estufas de azulejos de la zona. ¡Qué aproveche!
Soufflé sazburgués
RECOMENDACIONES:
- Mientras viajas a Salzburgo o no te recomiendo disfrutar de un día de cocina haciendo tu propia tarta Sacher. Ahí va la receta. Tarta Sacher (pincha aquí)
- ¿ Y cómo no? Has de ver Sonrisas y Lágrimas.
- Para subir a la fortaleza has de comprar el billete junto al funicular. Cuando nosotros visitamos el Castillo sólo se podía acceder de esta forma.