PARTE 1: CAPÍTULO III o Agárreme ese cochinillo!

 Cochinillo asado en Mesón Cándido

   Sabemos que los habrá más económicos, puede que incluso más buenos, pero ir a Segovia y no visitar este monumento al cochinillo te hace sentir extraño. La historia de Cándido y sus múltiples galardones, entre ellos el de Mesonero Mayor de Castilla impuesto por Vicente Aleixandre o Caballero de la Orden de Isabel la Católica, ya lo hacen brillar. Pero es que el edificio en sí es un auténtico museo a la vida de ese Cándido tan abonado a la propaganda franquista y a todos y todas los que se han sentado en algunas de sus mesas.

   En definitiva, todo esto es para justificar la pasta que te vas a gastar en tu almuerzo (siempre almuerzo por favor, no me imagino tus sueños con el estómago en plena digestión "cochinil"). Y si para colmo, tenéis la suerte de que uno de sus hijos (no se si tendrá más, no quiera yo sin quererlo acompañar a nadie al agujero) os haga el "teatrillo" de leer lo que entendí; como el texto que Aleixandre le regala a Cándido al otorgarle el título de Mesonero antes de cortar con un plato el cochinillo, pues valdrá aún más el homenaje. El cochinillo está muy rico, ya saben; piel crujiente a más no poder, carne jugosa, atención cuidada,... Todo ello regado por su buena copa de Ribera y culminando con un ponche segoviano (postre a base de bizcocho borracho, crema pastelera y mazapán) hará que tu atracción gastronómico-segoviana sea completa.

 Ponche segoviano

   RECOMENDACIONES

   -  Fuera se está muy bien, pero dentro tiene más solera. 

   - Que no te asuste el mundo oriental que se cierne a su alrededor. Todo lo contrario, si ellos han hecho tantos kilómetros para probarlo, por qué no tu?

   - Lo más importante, cuando estés grabando o haciendo la foto pertinente al "teatrillo" no te pongas en el lado derecho pues tras cortar el cochinillo lo tiran al suelo. Hablo desde la experiencia. El ZAS en toda la boca estuvo a menos de lo que piensas.