miércoles, 27 de agosto de 2014

PARTE 1: CAPITULO VIII o El Prerrománico, industria, desgaste y payasos (PARTE II)


 El Conventín de Valdediós (no es una maqueta aunque lo parezca)



   Valdediós… Ya tan sólo con escuchar el nombre sientes que la cosa promete: Valdediós o Valle de Dios. ¿Cómo no visitar este lugar con semejante referencia? No seré yo quien te quite las ganas pues sin lugar a dudas San Salvador de Valdediós o el Conventín es de esos lugares que no te puedes perder. Y soy consciente de que con esto animo al personal a que se acerque a este pequeño e idílico valle por lo que vas a ser una o uno más de los turistas que se va a apoltronar entre sus muros. Bienvenido a la industria del prerrománico, tu lucha por disfrutar de una visita de calidad está perdida desde el primer minuto. Pero aun así te lo recomiendo. Ojo el día que yo fui había dos guías, chico y chica que no se diga que no hay paridad. Te exonero a que huyas, renuncies, te inventes una visita inexcusable al excusado, cualquier cosa antes que sufrir la visita con este señor-guía que parece que se ha comido a cuatro Teleñecos. No tengo palabras para explicarles el circo de este señor… ¿A quién intento engañar? ¡Claro que las tengo! Pero dejémoslo aquí y me gustaría pensar que fue un cúmulo de malas casualidades,… Había tomado algo que le provocó una inflamación de lengua, había dormido mal, había tomado algún psicotrópico que le hacía hablar y moverse a esa velocidad vertiginosa,… Seguro que fueran todas estas cosas. Un mal día lo tiene cualquiera.


San Julián de los Prados


   La otra gran joya del prerrománico es San Julián de los Prados, volvamos a Oviedo. ¡Aleluya! Gracias Alfonso II por tener el buen ojo de crearte tu residencia palaciega en esta parte de la ciudad. Del palacio no queda nada, bueno, sí, una bonita autovía y un conjunto de naves industriales aberrantes. No pensemos en qué tropelías se habrán hecho en este lugar. De lo que sería aquel estupendo complejo tan sólo se salvó la iglesia que hoy presenta por uno de sus lados una estupenda pradera donde los ovetenses, toalla en mano, se colocan para tomar el sol cual lagartija vespertina. Por el otro, la autovía y una vista ascendente de la ciudad. No se por qué, San Julián, pasa más inadvertido, así que, querido amigo, estimada amiga, relájate, disfruta del prerrománico asturiano, sumérgete en el siglo IX, asómbrate con lo que vas a encontrar dentro, pregunta a la amable señora que está vigilando el monumento que seguro que tendrá a bien contarte sus secretos.

Detalle del  pórtico del Conventín de Valdediós

   En Oviedo también encontrarás la Iglesia de San Tirso el Real de la que tan sólo queda un vano triforio en su ábside,  San Miguel de Lillo, Santa Maríadel Naranco, la Torre Vieja de San Salvador, la Cámara Santa que no has de perderte por lo que encierra y la Fuente de Foncaladatestigo único de la arquitectura hidráulica del Alto Medievo europeo(mención en la apps Prerrománico Asturiano que insto a bajarte).

Continuará…


RECOMENDACIONES:

-          Escapa del guía masculino en San Salvador de Valdediós.
-          Bajar la aplicación móvil Prerrománico asturiano.
-          Asegúrese en oficinas de información o centros de interpretación de los horarios de visita y que la señora que enseñe la iglesia aún viva o no esté de vacaciones (no es broma).

-          Es recomendable visitar algún centro de interpretación. Recomiendo el Centro de Recepción e interpretación del Prerrománico en Oviedo o el Aula de Interpretación del Prerrománico Asturiano en Lena (estación de La Cobertoria).

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