Sentarse a la mesa ante una gastronomía desconocida es todo un placer. Tenemos tanto que aprender los unos de los otros. Pasar de una comunidad a otra te abre las papilas gustativas con sensaciones tan desconocidas que no dejo de asombrarme ante la grandeza que se esconde detrás de un nuevo sabor, una textura diferente o un producto, que simplemente, nunca pensarías en comer. Bienvenidos a la cocina manchega; de la historia a tu mesa, podríamos concretar.
Sentados en el restaurante del Hostal los Claveles en Priego, Cuenca, y tras esperar a que quedase una mesa libre (empezamos bien, buena señal) nos topamos con una carta hogareña, llena de platos tradicionales. Elegir el morteruelo era obvio, aún no lo habíamos probado y no podemos obviar que es el guiso que la zona lleva por bandera. Esta contundente pasta resulta de pasar por mortero (de ahí su nombre) hígado de cerdo y otras carnes de caza como el conejo, la perdiz o la gallina, todo ello aderezado con especias y con pan rallado como elemento aglutinador. Emprendimos la conquista de este plato levantando contundentes muestras de morteruelo sobre generosos trozos de pan, así nos indicaron los lugareños, y nosotros, no somos de faltar. La fuerza del plato no tiene rival y de una sentada sabes que tu estómago estará bien abrigado durante las próximas horas.
(Morteruelo)
El otro plato distintivo de la zona que pudimos degustar se llama zarajos. Antes de tomarnos nota y mientras estudiábamos la carta, nos llamó la atención esta palabra: zarajos. Hoy en día no le damos oportunidad a preguntar al camarero. Wikipedia a su servicio... Buscar... Zarajos... "Los zarajos se consideran un aperitivo (o incluso tapa) muy típico y tradicional de Cuenca (España) preparado a base de intestinos..." Vale, vale, vale,... Corto y cambio. Fue nuestra reacción. Pero qué casualidad que el camarero pasó en ese mismo momento, junto a nosotros, con un plato que nos llamó la atención.
- ¿Disculpe? - Turistas totales - ¿Eso qué es?
- Zarajos, tienen que probarlos es la especialidad de la casa.
Y aquí la cámara hace un zoom directo a nuestra cara para que pueda apreciarse el crack revelador que se ha producido en nuestro intelecto y la derrota que nuestra vista ha propiciado contra nuestros prejuicios.
(Zarajos)
Así que volvemos al Wikipedia y seguimos leyendo... "...intestinos de cordero lechal marinados que después se enrollan en un sarmiento y se fríen en aceite de oliva o se asan en un horno, o a la plancha, hasta que quedan dorados.1 Debido a su aspecto y sabor se les considera un alimento de gusto adquirido."
Y la verdad es que nos convenció bastante por lo que no sólo cumplimos con nuestro deber como turistas, sino que además, en aquellas mesa, nos mutó algún gen, con eso del gusto adquirido al que se refería Wikipedia, y nos sentimos, con placer, un poquito conquenses.
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